Diferencias de edificación según las condiciones atmosféricas

Las condiciones atmosféricas de una zona o región son uno de los factores más importantes a tener en cuenta antes de empezar la construcción de un edificio o vivienda. El clima condiciona la humedad, la radiación solar, la temperatura del aire, intensidad o dirección del viento, precipitaciones…Y todo ello determina y, por tanto, diferencia, si la construcción se realiza en un clima cálido, templado o frío.

Por ello, todos estos factores están presentes en la arquitectura y la posterior edificación para obtener el máximo confort y eficiencia energética de cada vivienda, obteniendo un resultado sostenible, la reducción del consumo energético y emisiones de CO2.

¿Qué aspectos se tienen en cuenta según las condiciones atmosféricas?

Clima frío: temperaturas bajas en invierno y suaves en verano. Se caracterizan por ser construcciones muy aisladas, compactas y herméticas. Se debe minimizar la superficie de fachadas expuestas al viento y la edificación debe situarse en zonas orientadas al sur y protegidas del norte.

Clima cálido seco: con altas temperaturas por el día y más frescas por la noche en temporada de verano. Las construcciones en este tipo de clima deben proteger de la radiación solar y de los vientos más cálidos. Se utilizan materiales que retrasen la entrada del calor.

Clima cálido húmedo: altas temperaturas por el día y durante la noche en verano con elevada humedad. Las formas poco compactas posibilitan mayor ventilación y aumentan la refrigeración por la noche así como gran protección frente a la radiación más directa. La construcción va enfocada a favorecer la circulación del aire.

Clima templado: edificaciones que ayuden a aprovechar la radiación solar en invierno y en verano con aislamiento para la protección solar. El clima templado se caracteriza por ser una combinación de lo expuesto anteriormente. Es imprescindible captar la radiación solar en los meses más fríos y protegerlo durante los meses de verano.

En estos tres climas (cálido seco, cálido húmedo y templado) es fundamental controlar el soleamiento, por lo que es importante cuidar la orientación así como poner elementos que controlen la penetración de los rayos de sol, con voladizos que hagan de parasol, pérgolas, incluso toldos.

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